” Pasa tu tiempo. Al mediodía te das cuenta de que tienes los pies llenos de arena, pero no te molesta. Al contrario, compruebas que así todo resulta mejor: el color verde moco del mar, la sal en el viento, los pantallazos de luz que entre la lluvia gris perfilan las dunas. Así, caminando con tus nuevos pies arenosos llegas a una cabaña en la playa. Ella, apenas un gran borrón negro, fríe pescado de espaldas a los comensales. La cena esta lista. Y sabes que has llegado a tu ultimo hogar.”